En la entrada del día de hoy conoceremos qué es y cuáles son los más frecuentes signos de la artritis reumatoide o AR.
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta a las articulaciones, provocando la inflamación de la membrana sinovial, lo que causa dolor, hinchazón y rigidez.
Persistiendo la inflamación, el hueso puede llegar a dañarse, apareciendo pequeñas erosiones en el mismo.
A menudo la enfermedad afecta a más de una articulación, siendo las más afectadas las de las muñecas, los dedos de las manos y de los pies, los codos, los hombros, las caderas, las rodillas y los tobillos.
Mientras que algunas personas tienen este tipo de artritis sólo por algunos meses y después desaparece sin dejarles daños, otras tienen épocas en que mejoran y otras en que empeoran, lo que puede durar por años o incluso toda la vida.
Cualquier persona puede tener artritis reumatoide, sin embargo, ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres, comenzando en torno de los 40 a los 45 años, aunque a los ancianos y a los niños también les puede dar.
¿Qué causas tiene la AR?
Aún se desconoce la causa exacta de la enfermedad, pero se sabe que el sistema inmunológico ataca a las articulaciones del propio organismo, pues no las reconoce como propias.
Los investigadores sospechan que la enfermedad sea genética y que ciertas proteínas que se transmiten de forma hereditaria podrían predisponer a tenerla.
Los principales signos de la artritis reumatoide
La inflamación de las articulaciones, que es su principal manifestación, se nota a simple vista y es la responsable por el dolor.
En ciertas ocasiones puede ocurrir el derrame del líquido sinovial (fluido viscoso y transparente presente en las articulaciones).
La rigidez de las articulaciones es otro de sus síntomas más frecuentes, apareciendo con mayor intensidad por la mañana y desapareciendo poco a poco, a medida que el paciente ejerce sus actividades.
Una especie de abultamientos duros llamados nódulos reumatoides aparecen en los codos y en el dorso de las manos y de los pies, pero también pueden hacerlo en el interior del organismo.
Con el tiempo, esto produce una deformidad en las articulaciones.
También es frecuente la sequedad de la piel y las mucosas, causando la inflamación y posible atrofia de las glándulas que producen las lágrimas, la saliva, los jugos digestivos o el flujo vaginal.
En algunos casos puede aparecer fiebre y hasta vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos), provocando lesiones de los nervios o llagas en las piernas.
Además, la inflamación de las membranas que envuelven a los pulmones, o en ciertos casos la envoltura del corazón, puede provocar dolores en el tórax, dificultad para respirar y/o funcionamiento cardíaco anormal.
¿Cómo es el diagnóstico?
En realidad es bastante difícil para el médico hacer un diagnóstico correcto al inicio de la enfermedad, puesto que los síntomas de artritis reumatoide no son muy claros en esta etapa.
De todos modos, esto es importantísimo para iniciar un tratamiento lo más temprano posible, evitando así que la patología siga evolucionando.
Por eso, si sospechas que puedas tener la enfermedad, acude lo más rápido posible a un reumatólogo.
Luego que la patología evoluciona, ya es más fácil hacer el diagnóstico, ya que la erosión de las articulaciones puede ser detectada con radiografías y, además, los análisis de sangre detectan la presencia de un anticuerpo característico.
Bien, esto ha sido todo por el momento. Esperamos que te haya gustado esta entrada sobre qué es y cuáles son los síntomas y signos de la artritis reumatoide más característicos.
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