En esta entrada veremos cómo combatir las hemorroides internas, es decir, aquellas que se forman dentro del recto y que no colapsan a través del orificio anal.
La enfermedad hemorroidal afecta a cada vez más personas en todo el mundo. Las formaciones vasculares hemorroidales son constituidas por las venas y arterias que forman parte de la anatomía del ano y son esenciales para proteger el canal anal de traumatismos durante la defecación.
Índice de Contenidos
Una afección cada vez más común en Occidente
Los síntomas que resultan de sus complicaciones reflejan una de las quejas más comunes en la civilización occidental.
Se estima que alrededor del 50% de las personas mayores de 50 años ya se han visto afectadas por quejas relacionadas con las hemorroides en algún momento de sus vidas.
Este problema afecta a ambos sexos, a cualquier edad, pero tiene mayor incidencia en las personas de mayor nivel socioeconómico.
Pero hay un ligero predominio en mujeres, con una incidencia máxima entre los 45 y los 65 años.
Hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, sin embargo, todavía hay controversias en cuanto a sus posibles causas.
En orden de importancia, se pueden mencionar el embarazo, la herencia genética, la obesidad, la ocupación profesional y el esfuerzo defecatorio, entre otros.
Sangrado después de defecar y dolor anal puede indicar la presencia de hemorroides
Las hemorroides pueden ser internas o externas. Esta distinción es importante al definir el tratamiento.
Las internas tienden a sangrar y, en los casos más avanzados, pueden prolapsar; las externas tienden a hincharse y obstruirse por coágulos, lo que suele generar el dolor de las tan temidas crisis de hemorroides.
Por lo tanto, no es siempre que las hemorroides se manifiestan en el exterior del ano, pudiendo ser internas, generando sangrado y malestar, sin otras manifestaciones.
La queja más común de este tipo de hemorroides es el sangrado, que normalmente se produce durante o después de la defecación.
El dolor por lo general sólo se produce cuando hay una trombosis («crisis» por la obstrucción de coágulos).
Un diagnóstico correcto es fundamental
Con respecto al diagnóstico, hay que estar atentos a los síntomas que pueden indicar otras posibles enfermedades distintas de las hemorroides.
Muchos pacientes piensan que cualquier problema relacionado al ano, como pruritos, nódulos, dolor, hinchazón, sangrado, prolapso, etc., se deben a las hemorroides, sin embargo, hay varias otras afecciones que pueden afectar a la zona anal.
Dolor frecuente después de la defecación sugiere fisura anal. Otras causas de dolor crónico anorrectal son enfermedades inflamatorias del intestino, tumores y fístulas anales.
El dolor agudo con la presencia de nódulos por lo general es debido a la trombosis hemorroidal externa o absceso.
El examen físico consiste en la inspección anal y el tacto rectal, que son por lo general bastante esclarecedores si bien ejecutados, pudiendo complementarse con exámenes como la sigmoidoscopia y la colonoscopia, exámenes endoscópicos del recto, canal anal y el intestino grueso.
Se recomienda consultar un especialista cada vez que haya sangrado, pues en estos casos es fundamental un diagnóstico precoz, ya que las enfermedades más graves pueden manifestarse solamente por el sangrado.
Por otra parte, el dolor agudo y de fuerte intensidad necesita una evaluación lo más rápida posible, especialmente si hay nódulos, porque puede tratarse de una trombosis hemorroidal externa o absceso.
Además, el dolor crónico, el prolapso, la picazón, secreción, inflamación o anomalías percibidas al tacto, pueden ser evaluadas y tratadas correctamente por un buen médico.
Cómo combatir las hemorroides internas
Respecto al tratamiento, se recomienda una dieta rica en fibra y líquidos, aparte de baños de asiento con agua tibia.
Estas medidas, junto con medicamentos para uso local y oral recetados por un médico, tienden a mejorar los síntomas.
En algunos casos (mientras el problema no esté demasiado avanzado) el proctólogo puede recomendar una ligadura con banda elástica, el tratamiento no quirúrgico principal realizado en los Estados Unidos y que se ha demostrado más eficaz que otros métodos no quirúrgicos.
En los casos más graves, con un gran volumen y además prolapso, al haber riesgo de formación de coágulos que produzcan una trombosis, el especialista puede recomendar una cirugía.
Las técnicas del PPH (Procedimiento para Prolapso de Hemorroides con grapas) y THD (desarterialização guiada por ecografía Doppler) son recomendadas y menos dolorosas que la cirugía convencional.
Espero que te haya sido útil esta entrada sobre cómo combatir las hemorroides internas.
Déjanos tus comentarios o preguntas relacionadas más abajo. ¡Muchas gracias por tu visita!
¿Te gustó? Compártelo con tus amigos:
Otras personas están viendo:
Que es bueno para curar las hemorroides internas gracias
Hola Efrain,
Por favor vea en esta entrada donde dice «Cómo combatir las hemorroides internas».
Además, puede ver más tips y consejos a la derecha de la página (o más abajo si está en un celular), donde dice «Artículos Más Vistos«.
Saludos!